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jueves, 1 de septiembre de 2011

Un dia me indigne y me salio esto.

Ante todo gracias por leer este escrito, solo con eso me siento satisfecho, pero claro hay una historia que contar y es la siguiente.
Me llamo Juan ramon y soy un apasionado de la pesca deportiva desde playa, y es bien sabido que cuando eres pequeño y vives cerca del puerto (Arenys de Mar), lo mas seguro es que te pases horas en el viendo el ir y venir de los pescadores profesionales, y a la vez a los abuelos y no tan abuelos pescando en el puerto, y al final te sobre puede la curiosidad de saber que se siente al pescar un pez y así de tal manera convertirte en pescador, pues como dice el dicho, Pescador que pesca un pez, pescador es.
Una vez aprendes y te vas haciendo mayor vas enseñando lo mismo que te enseñaron a los pequeños de la familia y conocidos, y si encima estas metido en un club de pesca federado organizas cursos de pesca dedicados a los niños para que sientan lo mismo que sentimos los pescadores al pescar un pez.
Esto hasta hace unos años era la escuela casi natural de los pescadores que ahora tenemos una cierta edad, y digo era pues ahora parece que hay una persecución a los que practicamos este deporte que para mi es el mas antiguo junto a la caza que se conoce, pues nuestros antepasados pudieron subsistir gracias a ello.
En primer lugar ya hace muchos años se prohibió la pesca en los puertos tocando así directamente la línea de flotación de la posible cantera de nuestro deporte, alegando que los pescadores ensuciamos los puertos y las escolleras, no están faltos de razón pues en todos los lados hay energúmenos que deshonran el bien hacer de los que sabemos lo que tenemos que hacer, y una de las primeras lecciones a aprender son precisamente el de dejar el puesto donde se pesca en igual de condiciones que te lo encontraste, he incluso muchas veces mejor pues si vemos porquería la quitamos, a nadie en su sano juicio le gusta estar practicando su deporte en un lugar que se parezca a un vertedero.
Ahora parece ser que hay una nueva ley de costas en la que se le da mas potestad al ayuntamiento en el control de sus playas y esto a llevado a que muchos de ellos en lugar de controlar, pues es eso lo que les dejan hacer, se quitan el muerto, y prohíben la pesca en sus municipios, antes se regían por unos horarios invernales y estivales, los cuales permitían que en invierno pudiésemos usar las playas las 24 horas del día, y en verano des de las 8 de la noche a las 8 de la madrugada, un horario creo que comprensible por todos. Pero claro muerto el perro muerta la rabia. Ahora cada vez hay mas municipios que se quitan el problema así.
Yo no voy a defender a los que nos están perjudicando, y me refiero a los pescadores de temporada de verano que solo sacan sus cañas aprovechando el buen tiempo para practicar la pesca y a su vez pasar una velada con familia y amigos en la playa haciendo hogueras, botellones he incluso orgías , (yo lo he visto), dejando la pesca en segundo plano, y una vez acabada la fiesta, largarse dejando un lastre de mierda en la zona donde estuvieron teóricamente pescando, a veces con los anzuelos tirados por la arena con el peligro que eso conlleva.
El hacer de un club de pesca no se puede cuestionar al prohibir nuestro deporte por decreto, hay muchos años detrás intentando inculcar el bien hacer a nuestros alumnos y no por eso nos tienen que meter todos en el mismo saco.
Para mi uno de los principales problemas son los mismos que prohíben, pues en lugar de vigilar y multar al que no respeta las normas pasan de todo y se quitan el problema cortando por lo sano.
Otro problema es el siguiente, para poder practicar nuestro deporte es necesario disponer de una licencia de pesca expedida por la generalitat y de un seguro por si en caso de accidente te lo pueda cubrir, la gran mayoría de los que van a pescar no tienen ninguno de los dos documentos, por que?¿.
Pues porque uno va por ejemplo a una gran superficie de ventas ( correfur ), y allí pueden comprar el material necesario para pescar sin que en Ningún lado vean un triste letrero donde les informen de que para practicar la pesca hay que seguir unas normas y unas obligaciones, eso lo podemos trasladar también a las tiendas especializadas en pesca, lo que me parece a mi ya un mal hacer de la administración, pues eso no tendría que estar permitido el vender a gente sin tener permisos ni seguros, ¿porque en las grandes superficies venden artículos de pesca y en cambio no venden artículos de caza?, de la misma manera podrían hacerlo No?. Es evidente que no es lo mismo pero si no lo hacen es por que en su momento alguien pensó que además de que son armas seria un cachondeo que pudiéramos comprar armas, pero cañas de pescar si, porque?.
Mi padre es asiduo de la playa en su faceta de bañista, y es de los que a primera hora de la mañana va a la playa encontrándosela con la arena recién limpiada por las maquinas durante la noche, pero de pronto a lo lejos ve un montón de latas de cerveza, bolsas cajas de gusanos he incluso aparejos tirados por el suelo, luego cuando me ve me pega la gran bronca y me dice que los pescadores somos unos guarros y me mete otravez en el saco. Y yo le contesto,,,, tienes razón hay pescadores que son unos indeseables, pero y los bañistas que sois, pues soy peores que nosotros.
Le digo que se pasee por la playa a las 8 de la noche cuando después de un largo día de playa y bañistas la playa da asco, y es a esa hora cuando yo voy a ella, y me deprime ver potes de protección vacíos, bolsas de patatas vacías, botellas de agua de plástico rodando por el viento, latas, etc., he de decir que una bolsa de plástico el viento las lleva al agua que a su vez las lleva mar a dentro y las tortugas las confunden con medusas, y se las tragan provocando una muerte lenta y dolorosa.. Pero eso si por la noche pasa el tractorcito de turno y limpia la playa para que la mañana siguiente todos la encuentren limpia y eso se paga con dinero publico que a su vez una parte pequeña me toca a mi y a todos nosotros.
Ahora además se a puesto de moda los chiringuitos nocturnos con su música a toda pastilla la gente que a medida que pasan las horas van mas calientes, se tiran al agua delante de ti mientras pescas he incluso te dicen si les vigilas la ropa, no faltaría mas, estamos aquí para servirles y para que nos molesten, no te jode.
Podría seguir con muchas mas cosas pero creo que con un poco de imaginación uno puede verlas, sin mas un saludo de Juan Ramon, un pescador indignado como muchos otros, pero que seguimos pagando para poder ejercer nuestro deporte pese a las multas y las molestias de los que no lo son.
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http://www.cpepinedademar.org/




La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.
Sòlo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto.

jueves, 4 de agosto de 2011

domingo, 19 de junio de 2011

La pesca entro en mi a una edad muy temprana, tanto que ya no lo recuerdo, se que fue por la proximidad de la vivienda de mi infancia tocando al puerto pesquero de Arenys de Mar.
En mi casa siempre veía unas cañas de Bambú colgadas en la Paret del pequeño patio, que un día desaparecieron por arte de magia, mas adelante me entere que eran las cañas del hermano de mi abuelo que vivía con nosotros y que según me contaron, mi abuela se las rompió y tiro a la basura por que despedían ese característico olor a cebo corrupto.
Mis paseos por el puerto me llevaron a conocer a varios de los veteranos de la pesca portuaria de la época de la zona, y mi curiosidad me llevo a acercarme a ellos y así empezar a aprender técnicas y trucos de las diferentes maneras de pescar, tanto a boya en lanzado como a fondo.
En verano aprovechaba las horas acompañando a el Sr. Lloret (E.P.D.) que vivía cerca casa y practicaba una pesca un tanto rara para mi, se ponía siempre en el entablillado que había en los amarraderos de los astilleros ARESA,  su rutina era siempre la misma, enroscaba unos cancamos a las maderas de la pasarela en los cuales pasaba las cañas ( en esa época de Bambú),  la línea estaba fijada en la punta con un par de palmos de cuerda y seguidamente el nailon, un anzuelo enorme, y en el una sardina entera todo eso sin ninguna plomada, la sardina se movía a merced de la corriente del puerto.
Antes del anochecer yo me tenia que marchar a casa a cenar pues en casa eran de costumbres fijas en el horario y todos teníamos que estar en la mesa a la hora, y después de cenar salía junto con mi padre al portal de casa a tomar el fresco mientras el leía el Dicen, al rato pasaba puntual como cada día el Sr. Lloret y era raro el día que no llevara un par de lubinas casi arrastrándolas por el suelo, calculo ahora que podrían pesar de promedio entre tres y cuatro kilos, algunas veces le vi con unos bichos enormes, se paraba junto a nosotros y le decía a mi padre que un día me dejara quedar hasta que el acabara la jornada de pesca pues yo me marchaba en el momento idóneo según el en que los depredadores iniciaban su actividad.
Y llego el día en que eso sucedió y pude quedarme, fue el día en que entro el veneno de la pesca definitivamente en mi cuerpo, dos hermosas lubinas tuvieron la culpa y una de ellas me la dejo trabajar un buen rato para que pudiera ver la sensación de tener al final de la línea un buen ejemplar.
Obviamente eran otros tiempos, tiempos en que con un material sencillo podías disfrutar de grandes días de pesca, el mar estaba vivo, por todas partes había vida, las piedras estaban llenas de lapas, erizos, necoras  donde salían burbujas era señal  de que alli abajo había un refugio para una familia de anguilas y que decir de los congrios que a veces incluso con la luz del día podías verlos asomar de entre las piedras, las aguas eran transparentes y en la orilla de la playa enterradas en la arena estaban las tallarines y varias clases de gusano.
Salir a pescar no comportaba rascarte el bolsillo, sencillamente te cargabas con los bártulos y en el mismo lugar te acopiabas del cebo, siempre fresco y en cantidad, algas para las salpas, mejillón para sardos y doradas, en el suelo del puerto después de la llegada de los sardinales cogías todas las sardinas que querías para pescar, un buen gambero te proporcionaba gambitas sacadas de entre las piedras del espigón,( para mi el mejor cebo).
Eran otros tiempos ya lo dije antes y no volverán, entre todos nos lo hemos cargado todo, la experiencia que yo viví no puedo hacérsela vivir a nadie pues es casi imposible, disfrutar de un día de pesca como antaño, sólo te asegura un desembolso económico y raras veces un disfrute de la pesca, eso si lo que nunca cambiara es los buenos ratos que pasamos junto a los compañeros y las batallitas de los recuerdos del pasado, nosotros aun tenemos cosas para contar, ¿lo podrán hacer nuestros hijo o nietos¿, yo creo que no, es una pena.